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Mostrando entradas de enero, 2025

Crónicas de la ignominia. XV.

 CRISTROBAL COLÓN. II.  Para continuar por la ruta del navegante, debemos observar el rumbo del viejo mundo que, como ya dijimos, estará determinado por la influencia del capital acumulado por los magnates de las talasocracias vigentes en el mediterráneo, por las conjuras, las confrontaciones militares y las alianzas matrimoniales consecuentes, gestadas y certificadas por el poderoso Vaticano. Tras la consolidación del Reino de Portugal como el primer estado moderno, con base en el fortalecimiento de su poderío naval, a través de las nuevas rutas hacia el oriente bordeando el continente africano; entre otras cosas fuente principal de los ingresos reales mediante la esclavización de los naturales; le tocó el turno al de Castilla.  Sabemos que el supuesto marino genovés anduvo en primera instancia en territorio luso; fue en sus playas donde confirmó la posibilidad de su empresa, y sospecho hoy que, conocedor de los intríngulis cortesanos en ambos lados de la frontera que di...

Crónicas de la Ignominia. XIV.

   CRISTOBAL COLON. I.  Aquí estamos, frente al Almirante de la mar océana. Quizás el determinador principal, de todos los avatares que hemos venido narrando en estas crónicas, con quien debieron empezar. No obstante, al haber surgido la idea, tras la necesidad de hacer publica una narración, que no trascendió como esperaba, con el alemán Alfinger como protagonista; comencé con él y con otros relacionados a su participación en estos. De todos modos la secuencia de la cronología no es tan importante, como la incidencia en el tiempo y el espacio de estos hechos, que determinarían un punto de inflexión en el devenir de los dos mundos implicados.  A partir del descubrimiento y sus consecuencias directas, el panorama incierto del viejo mundo, tomaría un rumbo determinado por la consolidación de los grupos de poder, instalados detrás de los tronos, en  los reinos que surgían por doquier. Innumerables confrontaciones de carácter político y religioso, enfrentaron a los ...

Crónicas de la Ignominia. XIII.

   AMERICO VESPUCIO. II.  Para la época que navegamos, al final del siglo XV, el tercer planeta de nuestro sistema solar, el hermoso planeta azul, había sufrido los embates de la denominada civilización humana, unos cinco mil años mal contados. En la ya madura Europa, las naciones bregaban por consolidarse sin lograrlo; en medio de recurrentes guerras feudales y las pestes resultantes- tuvieron una confrontación por la propiedad de los lares continentales al norte de Francia, que duro más de cien años -. Cuando el Magnífico reclamó la ayuda de Luis XI, este se encontraba luchando por el dominio de comarcas en tierra firme e ínsulas en el Mediterráneo, en los que sus pueblos reclamaban su propia autonomía, sin ser escuchados. Para remate, en medio de todos el Vaticano se alzaba poderoso, medrando y promoviendo las luchas intestinas, de acuerdo a los intereses del pontífice de turno.   La guerra además de perniciosa per se, es onerosa, y es cuando juega su papel l...

Crónicas de la ignominia. XII.

 AMÉRICO VESPUCIO.I.  Tal como lo vislumbramos al mencionarlo cuando aparece en los comienzos de la aventura del descubrimiento del Nuevo Mundo, es un intrigante personaje, este Amerigo Vespucci. Diremos para empezar que nació mediando el siglo XV, en las altas esferas de la influyente Florencia de los Medici, y fue criado y educado por un distinguido tío suyo, con mucho poder al interior de estas.   Era tal la injerencia del alto jerarca de la iglesia católica en el seno del poder de la República Florentina que, tras una fallida conspiración para asesinar a sus gobernantes; en la cual muere uno de dos, y sobrevive para la venganza y retaliación aquel famoso Lorenzo que marcaria el destino de la Europa de entonces; por petición suya es enviado su hermano Guidantonio, en misión diplomática a recabar apoyo militar, para restablecer el régimen del "Magnífico" quien, apenas herido en el atentado, se levanta furioso arrasando sin piedad con los implicados en la conjura. I...