Compañeros.
Compañeros. En esta ocasión me propongo reivindicar esta condición que considero fundamental a la hora de las relaciones humanas. "Primero sos compañero", me imagino al Che diciéndoles a aquellos indígenas y campesinos que lo acompañaron por los vericuetos de las montañas andinas, cuando resembraban la semilla de la vida en los campos ancestrales, donde aún rondaba pertinaz la muerte agazapada, defendiendo los intereses de las élites que, apoltronadas en sus privilegios espurios, legado de la colonia, seguían vendiendo por migajas, los recursos de las repúblicas en ciernes. Cosa más grande caballero, diría el revolucionario cubano, al preguntarle su opinión al respecto, convencido de que solo el compañerismo proverbial de sus compatriotas revolucionarios, puede mantener a flote la utopía, que aún refulge en medio de la estolidez humana. Compañeras y compañeros se dicen entre ellos los cubanos, aquello de camaradas jamás caló. Con la connotación burocrática, totalitarista