Divertimento.

  

  Divertimento.


 Lleva un mes rondándome la palabra. Pensando en iniciar la brega por estos lares, se me ocurrió a principios del año que podría ser un empeño interesante tratar de dilucidar su significado y reflexionar al respecto. La Real Academia Española la define como "obra artística o literaria de carácter ligero, cuyo fin es divertir". Simple, concreto y específico, sin embargo pienso que no denota en definitiva el sentido de la palabreja. Y no pretendo demeritar este, ni mucho menos, pero en si mismo un divertimento no refleja otra cosa que, un intento por proporcionar diversión. Incluso en el aspecto musical se dice que fue una forma muy popular en el siglo XVIII de alegre y desenfadado estilo, una "composición similar a la suite que, al coincidir con su declive toma aspectos de esta."

 Pero en realidad lo que me interesa es la connotación literaria del término, pues, me voy a arriesgar a decirlo, hemos tenido escritores dedicados a su ejercicio en pleno, sin otro propósito, al parecer, que divertirse y proporcionar diversión a sus semejantes. Lo que voy a decir a continuación es exclusivamente mi opinión personal al respecto. Yo no podría dedicar mi oficio a el simple hecho de ofrecer solaz a los demás a pesar de que,  en el caso específico de este espacio ha sido la intención inicial. Me explico, en medio del arduo trajín que implica el desarrollo de un proyecto literario que tenga una misión determinada de antemano, como la denuncia o el recuento de hechos que se deban divulgar a la opinión pública por su trascendencia o relevancia, por ejemplo, que para mi son aspectos de la esencia del oficio, pensé en un momento dado que un blog, este blog, podría ayudarme a obtener sosiego y claridad de pensamiento. 

 En mi caso me levanto cada día, apenas se vislumbran los primeros rayos a enfrentar la hoja en blanco, con el firme propósito de concretar el mensaje que quiero trasmitir a quien haya de leer lo que pueda escribir, en cada jornada. Por lo general siempre tengo algo que agregar por que, gracias a la vida que me ha dado tanto, no tengo que buscar demasiado las palabras cuando tengo el norte definido. Esto es un don, no se puede discutir y, yo tengo la responsabilidad de hacer buen uso de él y expresar con honestidad, con responsabilidad social mis reflexiones y aportar al debate para impulsar la transformación de nuestra sociedad, para bien, para superar los anacronismos que la anclan al pasado confesional, corregir los desequilibrios que entorpecen su desarrollo, en fin para hacerla incluyente y sostenible en el tiempo y el espacio. Repito es mi parecer y dejo en su lugar a aquellos que quieran escribir por diversión, desde un supuesto y manifiesto apoliticismo o neutralidad, sin tomar partido de acuerdo a unas convicciones fundamentadas en el raciocinio y el estudio. Nunca le encontraré sentido ni razón de ser.

 Quiero rematar diciendo que estas palabras de hoy, son en sí mismas una corroboración de lo que dicen. Por mucho que lo intente y así lo pretenda, no logro escribir por el simple hecho de escribir, valga la redundancia, y hacerlo así me parece tiempo desperdiciado. 

 

 

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